Un informe de regularización de vivienda debe contener normalmente lo siguiente:
- Certificado de antigüedad. Su finalidad es conocer la fecha en que se ejecutó la construcción, ya que para edificaciones recientes no se puede solicitar su regularización aún.
- Certificado de aptitud. Su finalidad es certificar que la vivienda o el tipo de inmueble que sea se encuentra en adecuadas condiciones de aptitud, tanto para su seguridad como para su habitabilidad y salubridad.
- Relación de obras a realizar para acceder a los servicios básicos, como son los de electricidad, suministro de agua y saneamiento.
- Características de la edificación: materiales, calidades, sistemas constructivos, etcétera.
- Reportaje fotográfico.
- Planos de situación, de distribución, de emplazamiento dentro de la parcela, de alzados, de secciones, etc.
También se suele tener en cuenta la accesibilidad.